Aunque la decisión es enteramente tuya, dejar a tu perro o a tu gato dormir en tu cama puede no ser una buena idea.
Considera que puede haber cambios en tu vida, como mudarte con una persona que no disfrute de la compañía perruna o gatuna en su cama o el nacimiento de un bebé, y ya entonces será muy difícil convencer a tu peludo amigo de irse a dormir a su propia camita.
En cambio, si no lo dejas dormir en tu cama, tu perro no se confundirá nunca pensando que es su sitio. Así, podrás evitar también problemas territoriales y efectos adversos sobre tu propia salud y bienestar.
De acuerdo con los resultados de un estudio que se llevó a cabo en 2002 en 300 pacientes con trastornos del sueño, conducido por el doctor John Shepard, director médico del Centro Médico de Trastornos del Sueño de la Clínica Mayo, cerca del 60 por ciento de los pacientes compartían su habitación con sus mascotas; 22 por ciento de los pacientes compartían su cama con sus mascotas, e incluso el 53 por ciento de los pacientes admitieron que su sueño se veía interrumpido en alguna forma por la presencia de su mascota durante la noche, ya sea por los ronquidos (¡!) del perro o del gato (7%).
Consejos si decides que duerma en su cama:
Establece un sitio separado y una cama para tu mascota. No necesitas comprar una especial, basta un cojín o una colcha, puedes colocarla al lado de tu cama.
Como en cualquier entrenamiento, ¡utiliza el refuerzo positivo! Basta con una palabra de felicitación o un pequeño premio cuando esté tranquilamente disfrutando de su camita.
Corrige de inmediato cualquier conducta territorial, como gruñir si lo mueves de tu cama o lanzarte mordidas a los pies. Di un NO rotundo y claro.
Enseguida, llévalo hacia su cama y dale la orden de “sentado” y “echado”.
Consejos si decides compartir tu cama con él:
Deja que se duerma sobre las cobijas y no debajo.
Tu mascota puede tener desechos ambientales pegados al cuerpo, como heces fecales, lodo y orina, así que evita el contacto directo con tu piel.
Dale un margen de tiempo suficiente para hacer sus necesidades antes de irse a dormir. Una mascota sana no tiene por qué despertarse durante la noche para ir al baño, comer o tomar agua.
Dale oportunidad a tu gato de salirse de tu habitación durante la noche, para que pueda jugar, comer y usar su arenero.
