Estimados amigos vitales, ya que estamos cerca de que finalice el año y con esto de los propósitos para el año venidero, les pondré al tanto de un órgano muy común en nuestro cuerpo, pero muy pocas veces diagnosticado como lo es el hígado graso.
Este padecimiento consiste en que el hígado se va recubriendo de grasa, con potentes factores de riesgo como la obesidad abdominal.
Tener un consumo elevado de refrescos embotellados ricos en fructosa, presentar triglicéridos altos y colesterol HDL en niveles bajos, además de no realizar actividad física, tener vida sedentaria y tener hipertensión arterial llevan a presentar este problema.
Como verán, todos estos factores de riesgo los podemos revertir con los propósitos de año nuevo, como llevar una dieta más saludable, para no llegar a un problema hepático, como es la cirrosis, ya que el hígado graso por sí solo no emite síntomas, sino hasta su avance a esta enfermedad.
PROPÓSITOS
1. Realizarse un análisis de perfil de lípidos, acompañado de química sanguínea, transaminasas, TGO, TGP, GGT y fosfatasa alcalina.
2. Medirse la presión arterial.
3. Verificar si tiene obesidad visceral, esto se logra con el índice cintura/talla, nuestra estatura la mitad es lo que debiera medir nuestra cintura, por ejemplo si medimos 1.80, la mitad que es 90 es lo que debiera medir la cintura, si es mayor tenemos obesidad visceral (para hombres y mujeres).
4. Ya con los datos anteriores presentarse con un médico y nutriólogo calificado para modificar su estilo de vida y recibir tratamiento oportuno.
5. Invertir en nuestra salud es de las mejores inversiones y propósitos para el nuevo año.
