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28 marzo, 2024

Vivir Bien

Venenos que curan

En 1971 se descubrió el péptido que dio origen al captopril y al entendimiento de los efectos potenciales de las toxinas, se empezó a considerar que los venenos de animales son fuentes ricas en compuestos bioactivos, que no solo proporcionan las herramientas necesarias para descifrar los detalles moleculares de diversos procesos fisiológicos, sino que también sirven como fuente de inspiración para diseñar y desarrollar agentes terapéuticos. Algunos de estos venenos tienen fines médicos específicos.

Vence el cáncer
La rana mono de vientre pintado, Phyllomedusa sauvagii, secreta proteínas que interfieren en la angiogénesis y se emplea para interrumpir el flujo de sangre a los tumores, al impedir que se formen nuevos vasos para abastecer las células cancerígenas.

El azote de las bacterias
Que los escorpiones fueran los personajes malvados en la historia del mundo narrada por los egipcios o que la diosa griega Artemisa recurriese a estos arácnidos con pinza y aguijón para vengarse de sus enemigos no es casualidad. Hoy, los científicos usan las moléculas peptídicas de su ponzoña han conseguido destruir bacterias en heridas infectadas, lo que los convierte en una posible alternativa a los antimicrobianos.

Stop al sida con abejas
El reto de erradicar el sida podría allanarse con un aliado: la abeja Apis mellifera. Este insecto secreta en su veneno una toxina llamada melitina que puede destruir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sin dañar las células del organismo. Para comprobarlo, científicos de la Universidad de Washington, en EE. UU., bombardearon con nanopartículas de esta sustancia al virus. El ataque consiguió agujerear la envoltura protectora que lo rodea hasta destruirlo, sin efectos secundarios, ya que para evitar dañar a las células sanas, mucho más grandes.

Monstruo muy dulce
La hiperglucemia no es un problema para el monstruo de Gila. Este lagarto se alimenta tres veces al año y el resto del tiempo obtiene la energía de la grasa que almacena en su cola. A pesar de seguir una dieta tan irregular, siempre mantiene los niveles de glucosa constantes. ¿Cómo? Un veneno de su saliva, la exendina 4, tiene la respuesta.

Clave contra la hipertensión
En Brasil, vive la yararaca, Bothrops jararaca, una serpiente que provoca una inmediata caída de la presión arterial. De ahí nació captopril, primer fármaco con veneno para uso terapéutico. Muchos de los hipertensos lo toman.

Víboras contrael alzhéimer
Científicos se toparon con la víbora de Russell, cuyo veneno rompe la proteína beta-amiloide (causante del alzhéimer) en fragmentos no dañinos. La serpiente terciopelo produce toxinas que combaten el alzhéimer, ya imitadas sintéticamente.

Mordedura a la distrofia muscular
Investigadores de la Universidad de Búfalo, en EE. UU., trabaja con una sustancia que podría poner remedio a la distrofia muscular de Duchenne: el veneno de la araña pollito o tarántula rosa chilena, Grammostola rosea. (Agencias/QUINTANA ROO HOY)

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