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29 marzo, 2024

Cancún

En pañales, ley de protección animal

Circos y delfinarios que operan en hoteles y ecoparques siguen lucrando con ejemplares de vida silvestre

CANCÚN, Q. Roo.- Desde febrero del 2015, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) anunció que verificaría que no se realicen actividades sin autorización y el debido cuidado en delfinarios; en caso contrario, interpondría denuncia penal ante la PGR; lo anterior con base en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección Ambiente, la cual establece en su artículo 28 fracción XI que cualquier obra y actividad que se realice en un Área Natural Protegida (ANP), debe contar con autorización en materia de impacto ambiental emitida por la autoridad federal.

A la fecha, la propuesta de reforma al artículo 78 de la Ley General de Vida Silvestre, presentada por el PVEM, contempla explícitamente que “queda prohibido el uso de ejemplares de vida silvestre en circos, así como su exhibición en zoológicos y acuarios”, lo que en la práctica significaría que empresas como Dolphin Discovery, Delphinus, Vía Delphi, Dolphin Adventures y demás delfinarios que operan en hoteles y ecoparques como Xel-Há y Xcaret, tendrían que dejar de lucrar con los cetáceos y se obligarían a mantenerlos solo para su conservación y para investigación científica.

En ese contexto, Jorge Emilio González Martínez, dirigente nacional del Partido Verde Ecologista, actualmente Senador de la República con licencia en representación del estado de Quintana Roo, tomó como bandera la defensa y el bienestar animal y ahora es el momento de llevarla a cabo, de pasar de la teoría a la práctica.

El artículo en cuestión, lleva especial dedicatoria a los circos, aunque, de manera contradictoria, en la exposición de motivos, el senador González Martínez afirma, en alusión al maltrato… “Ahora bien, dicha problemática es reiterativa en los denominados espectáculos públicos, entre ellos los circos.”

Esto es, al momento de exponer los motivos para la reforma a dicho artículo, el senador González Torres reconoce tácitamente que el espectáculo circense es un espectáculo público; sin embargo, al momento de presentar la propuesta, desmarca al resto de estos espectáculos y únicamente considera a los circos.

BAJO LA LUPA

Apenas el 11 de enero pasado, Profepa informó que el circo que opera bajo el nombre artístico “American Circus”, en Tulum, continúa bajo procedimiento administrativo, el cual se le instauró en el mes de octubre de 2016.

Además, se corroboró que este circo mantiene actualmente un procedimiento administrativo abierto, con motivo de la visita de inspección ejecutada en octubre del 2016 en Mérida, Yucatán, por esta Procuraduría. La Profepa aseguró de manera precautoria 7 ejemplares de vida silvestre, porque el responsable de los mismos no acreditó su legal procedencia y por evidentes faltas al trato digno y respetuoso.

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Los ejemplares asegurados fueron puestos bajo resguardo y en calidad de depositaria del espectáculo ambulante, hasta en tanto se resuelva la situación jurídica de los mismos.

DELFINARIOS

En la actualidad existen estudios realizados por organizaciones civiles como el Fondo Internacional para la Protección de Animales y su Hábitat (IFAW por sus siglas en inglés) que advierten el daño que sufren los cetáceos usados para espectáculos, terapias o acompañamiento, pues además del maltrato y la crueldad con que son tratados, generalmente están enfermos de neumonía.

La organización antes citada ha advertido que, en un estudio realizado entre los años 1997 y 2005 en México, se encontró que entre el 20 y el 25 por ciento de las muertes de delfines en cautiverio obedecieron a neumonías, estrés, infartos, traumatismos craneoencefálicos, obstrucción intestinal por la ingesta de cuerpos extraños o asfixia.

La organización concluye que es ilegal el negocio de los delfines en México, en especial al advertir que sólo del 4 al 6 por ciento de ellos perecen por vejez. A pesar de ello, en la propuesta de reforma (ya vigente) al artículo 78 de la Lgvs, se separa a los circos del resto de los espectáculos públicos o colecciones privadas o públicas, aún y cuando, el tema del maltrato a delfines es un tema ampliamente conocido, en especial en Quintana Roo, donde los cetáceos además son explotados para trabajar 12 de 24 horas diarias.

El negocio de delfinarios y “acuarios” como espectáculos públicos se ha dejado deliberadamente fuera de la prohibición de una Ley, que en teoría pretende la defensa y reproducción natural de las especies que cohabitan nuestro país. El negocio de los delfines tiene en su haber, 320 ejemplares, 85 por ciento de los cuales padecen los excesos denunciados por la IFAW en Quintana Roo. (Redacción / QUINTANA ROO HOY)

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