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19 abril, 2024

Cancún

Hoteles, causantes de erosión de playas

Las construcciones sobre dunas costeras y eliminación de manglares abonan drásticamente para la pérdida de arenales.

CANCÚN, Q. Roo.- 2da parte. La rehabilitación de una playa es un proceso que se asemeja mucho a administrar una empresa. El principal activo es la arena, pero entra en juego el nivel del mar, de la misma forma en que el nivel de las tasas de interés influye en el mercado.

En esos términos lo explica Ernesto Gray Vallejo, director general de Tecnoceano, consultoría especializada en hidrografía, oceanografía física y simulación matemática de ambientes costeros.

Sus principales clientes son desarrolladores inmobiliarios y cadenas hoteleras, aunque también colaboran con instituciones académicas o dependencias de gobierno. Se especializan en identificar las condiciones físicas, biológicas y químicas de un ambiente costero, para determinar primero las causas de la erosión de una playa y posteriormente definir la forma en la que más conviene revertir la pérdida de arena.

“Lo primero es determinar qué tipo de costa tienes, si está en un proceso erosivo, si lo correcto es actuar para detener ese proceso erosivo. A veces es mejor abandonar el sitio, que actuar para detenerlo porque vas a causar más impactos alrededor o estás tratando de ganar una guerra que vas a perder y que simplemente te va a costar muchísimo dinero en el ínter y vas a causar más daños que los beneficios que vas a obtener”, explica.

El también maestro en Ciencias añade que hasta hace unos años, la aproximación científica principal era dejar que la costa siga su movimiento natural, porque invariablemente la erosión de una playa comienza cuando se interrumpe el movimiento natural del sedimento y del oleaje.

En casos muy concretos como Cancún, que enfrenta erosión permanente acentuada desde el paso del huracán Wilma en 2005, se conjugan no sólo la colocación de enormes estructuras de concreto (hoteles) sobre la duna costera, sino el incremento en la incidencia de tormentas y huracanes, el déficit de arena como producto de una disminución de los organismos que la producen hasta la baja en la cobertura de manglares que servía como barrera natural ante la fuerza del oleaje.

Hoteles, causantes

El ingeniero Rodolfo Silva Casarín, investigador del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, también recurre a las similitudes con el mundo financiero para explicar cómo la construcción de hoteles sobre la duna costera es y ha sido la causa más recurrente de erosión de zonas costeras en México.

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“La duna es como la reserva federal, es como quedarte sin dinero en el banco; el día que viene una pequeña crisis pues quiebras.

Sucede lo mismo cuando viene un huracán, éste necesita arena para ir perdiendo energía; al no encontrarla, en lugar de tener una pérdida localizada de arena, entonces resulta que tenemos una pérdida generalizada que se va a aguas más profundas”.

Ambos expertos coinciden en que las “soluciones” que se han dado a este fenómeno han sido tan simplistas como vertir arena sobre el frente de playa y colocar estructuras de cierre como espigones o escolleras para hacer frente al oleaje, pretendiendo que se evite así que se erosión en la “playa recuperada”.

“Esta solución simplista, aislando una propiedad del resto de la costa generalmente lo que te provoca es que acelerar el proceso eroviso alrededor de esta propiedad, porque estás interrumpiendo el movimiento natural de la arena y del oleaje. Entonces lo primero es verlo en conjunto”, explica Gray Vallejo.

En Quintana Roo, la solución aplicada en 2009 para revertir la erosión de playas luego del huracán Wilma en 2005 fue el relleno de 16 kilómetros de playas: 10.5 kilómetros en Cancún, 4.5 kilómetros en Playa del Carmen y 1.5 kilómetros en Cozumel, con un costo de 936 millones de pesos. Se vertieron en total 1.5 millones de metros cúbicos de arena, extraídos de bancos submarinos en Cozumel.

Gray Vallejo considera que ese fue un buen un proyecto “con visión de largo plazo, pero ejecución de corto plazo y de emergencia, en la que sólo se destinaron fondos para hacer un proyecto que se basó en colocar una estructura de cerramiento en Punta Cancún y el resto del dinero se fue en rellenar la playa”.

Métodos integrales

Iniciar el proceso desde cero implica el estudio integral del ambiente costero de que se trate. Identificar una celda o subcelda costera, que es la zona en la que la arena se mueve en un circuito cerrado “nunca del todo, pero sí es una zona en la que se mueve la arena de manera regular”, añade el directivo de Tecnoceano.

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Posterior a ello, se inician los estudios físicos (corrientes marinas, flujo de sedimentos), así como los estudios biológicos y químicos para determinar, en caso de que existan, las características del arrecife de coral, la disponibilidad de arena, entre otros.
Esos estudios arrojan la causa del proceso erosivo de la playa y dan luz sobre las posibles soluciones.

Éstas van desde los 1,500 dólares hasta los 16,000 dólares por metro lineal de playa. Las soluciones más económicas son la colocación de escolleras, espigones o rompeolas que aíslan un frente de playa, impidiendo que la fuerza del oleaje y las corrientes marinas continúen erosionando la costa.

El profesor Silva Casarín señala que tratar de “solucionar” el problema, focalizándolo en un solo frente de playa es como atender los efectos y no las causas de una enfermedad. A la larga las soluciones económicas, “baratas” sólo erosionarán otras partes de la costa.

Las soluciones más sofisticadas implican la colocación de arrecifes artificiales, vertimiento de arena y colocación de geotextiles que procuran una recuperación “natural” del frente de playa y evitan pérdida de los sedimentos. (Jesús Vázquez / QUINTANA ROO HOY)

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