CANCÚN, Quintana Roo.- Con una pequeña bocina y un bote con arena, Elizabeth Hernández Rodríguez, madre soltera, se gana la vida cantando en los camiones, obteniendo ganancias de 150 a 200 pesos por día para poder alimentar y pagar la escuela a su pequeño hijo de ocho años; su labor le permite administrar sus tiempos desde hace tres años.
A sus 39 años, Elizabeth narra que decidió subirse a cantar a los camiones porque se quedó sin empleo y la necesidad de alimentar a su pequeño y darle educación la orillaron a perder la vergüenza de subirse a un camión a cantar, ya que no le fue posible encontrar un empleo que le permitiera atender a su pequeño.
Originaria de Querétaro, sin tener mayor familia en Cancún, “decido dedicarme a esto porque en todos los trabajos que me encontré, tenía que quedarme más de ocho horas y no tenía con quien dejar a mi hijo y no me permitían llevarlo, además de que él tenía ya que entrar a la escuela, y era mi mayor preocupación”.
Dijo, que, para poder tener ingresos mediante esta actividad, dispone de dos horas en la mañana y tres en la tarde y en ocasiones en la noche, y ese tiempo le permite atender a su pequeño, alimentarlo y ayudarlo con las tareas.
“En ocasiones cuando no me va muy bien, me lo tengo que llevar en la noche a trabajar, por lo menos dos horas en los camiones para poder sacar algo para la comida del otro día”, comentó, al tiempo en que con tristeza recuerda que hay días en que su hijo le pide algún juguete o algún antojo, pero la necesidad económica no le permiten darle más que lo básico para su educación y alimentación.
Normalmente por día obtiene ingresos de 150 pesos y cuando bien le va, hasta 200 pesos, y es que refiere que no todos la ven con buenos ojos cuando se sube a los camiones, comenzando con el operador de los camiones.
COMPLICACIONES
“Normalmente yo prefiero pagar el pasaje porque no todos te dan la oportunidad de subirte a cantar, hay camiones que, si dan chance, pero hay gente que también me veo feo, porque algunos están hablando por teléfono, otros que simplemente te dan la espalda cuando paso a sus lugares a pedir ayuda, pero ni modos, me tengo que aguantar con los que me den”, señaló.
Al llegar a Cancún inició laborando como ayudante de cocina en pequeños puestos de comida, ya que el haber concluido solo la primaria, no le permite encontrar un mejor empleo, aun cuando su necesidad vaya en aumento, es por ello que pensó en la opción de comprar una pequeña bocina que se cuelga al hombro, la cual conecta a su celular para reproducir las pistas musicales y poder cantar sus canciones preferidas.
Dentro de su repertorio ha incluido músicas de Roberto Carlos y Selena, artistas en quienes se inspira para poder deleitar con su voz a los usuarios de los camiones de la zona hotelera, y refiere que optó por esta ruta porque normalmente los turistas son los que más beneficios le dejan, no así los trabajadores del sector hotelero, quienes incluso le han propuesto emplearse en hotel como camarista o ayudante de cocina para poder tener prestaciones y garantizarle un mejor futuro a su hijo.
“Yo prefiero por ahora seguir cantando porque si me dan un trabajo en un hotel, mi sueldo prácticamente se iría en el pago de pasajes, además de que no tendría tiempo para mi hijo, y por ahora me permite administrar mis tiempos para ayudarme económicamente y poder pagar también la renta del cuanto donde vivo”, dijo.
Saraí Reyes/Quintana Roo Hoy
