El cambio en la vida es una constante y sea que te resistas o no, el cambio sucederá, y hay dos formas de vivirlo, o lo sufres o lo disfrutas pero habrá esos cambios que nos permiten evolucionar como sociedad y como humanidad.
Me es grato saludarte una vez más, estimado lector y en esta ocasión te propongo que hagamos un ejercicio de imaginación, en el cual te solicito que pienses en ¿cuáles son las características principales de las personas exitosas que conoces, ese éxito se debe a su preparación académica, a la educación y conducta, a las habilidades de relacionarse con otras personas, o tal vez a la actitud que tiene ante la vida, al dominio de idiomas o al manejo de la tecnología?
Puede haber muchas razones por las cuales una persona luche por sus sueños y logre sus objetivos, tu puedes ser un buen ejemplo de este tema a tratar, tu fortaleza interior, la familia, las circunstancias en las cuales creciste o con quien fuiste educado, sin embargo, todo cambia y las nuevas generaciones se enfrentan a nuevas formas de aprendizaje, mas tecnología a su alcance, avances en todos los sentidos son noticia de cada día.
Si pretendemos tener una mejor sociedad y ser parte de esa construcción, es fundamental enfrentar los cambios, dotando de herramientas útiles a nuestros jóvenes para que cuenten con una educación que les permita ser competitivos más allá de lo local o nacional, sino a nivel mundial, pues en el entorno en el que vivimos, las fronteras son casi nulas, todos nos relacionamos con todos de diversas maneras.
Las instituciones educativas en conjunto con las familias y los gobiernos, juegan un papel fundamental y muchas de éstas se preocupan por mantener actualizados los sistemas de cómputo, currículas llenas de matemáticas, física, química, que dicho sea de paso, son muy importantes, pero que se deben acompañar también de otras competencias para la vida más que para vivir como son, habilidades de liderazgo, de relaciones públicas, hablar en público, manejo de emociones.
Es increíble que muchas mentes brillantes se queden con todo su conocimiento por la falta de saber presentar u ofrecer lo que saben hacer, por temor de hablar con otras personas o por la falta de seguridad en sí mismos, exponiéndose a no ser valorados por los empleadores o por otros que si cuentan con esas habilidades.
Un profesionista capacitado en el área técnica o tecnológica es muy valioso y muy importante para ser competitivo, pero si carece de competencia en las áreas blandas, está destinado a dejar pasar muchas oportunidades por el temor de expresar o presentar sus productos o servicios de manera contundente, con determinación, confianza y soltura.
