Es un trastorno de la conducta alimentaria el cual se caracteriza por el consumo de grandes cantidades de comida en poco tiempo y de forma descontrolada, acompañado de angustia y preocupación después del episodio de sobreingesta.
La mayoría de las personas hemos sentido en algún momento, que hemos comido demasiado y que ya no podemos comer nada más.
Para las personas que padecen Trastorno por Atracón esta conducta se vuelve un hábito y pueden presentar estos episodios como mínimo dos veces por semana, afectando su estado emocional y físico.
Las personas que padecen este trastorno, durante los episodios de ingesta compulsiva pueden consumir alimentos de forma más rápida de lo habitual, ingerir alimentos hasta sentirse muy llenos y físicamente incómodos.
Pueden consumir grandes cantidades de comida inclusive sin sentir hambre, por lo general va acompañado por sentimientos de culpa, tristeza y enojo.
Muchas veces las personas buscan sitios solitarios para comer debido a que se sienten avergonzados.
Muestran constante preocupación por los atracones y regularmente experimentan una rápida ganancia de peso.
Muchas personas con este trastorno ocultan a sus familiares y amigos lo que están viviendo, les cuesta reconocer y pedir ayuda e intentan resolverlo por sí mismos.
Realizan constantes dietas sin tener éxito lo que dispara aún más los atracones, entrando en un círculo vicioso que exacerba el trastorno.
El trastorno por atracón tiene similitudes con la bulimia nerviosa, la diferencia principal es que la persona no realiza ninguna conducta compensatoria (vómitos autoinducidos, laxantes…).
Suele desarrollarse durante la adolescencia o edad adulta, aunque también puede presentarse en la niñez. Estudios demuestran que las dietas restrictivas disparan el riesgo presentar este trastorno.
Si tienes algún familiar que este presentando estos síntomas o inclusive tú te sientes identificado, es importante que busques ayuda profesional, un alto porcentaje de personas con este trastorno consiguen recuperarse totalmente o reducen significativamente los síntomas.
El manejo terapéutico desde un enfoque psicológico y nutricional ayudará a reducir los atracones, a desarrollar una relación saludable con la comida, a resolver situaciones emocionales relacionadas con el trastorno y a mejorar el bienestar emocional y físico.
