Sin duda está cambiando gradualmente el rol de los ciudadanos dejando de ser espectadores para convertirse en personajes actuantes y hasta protagónicos en el acontecer público. Cancún ha tenido episodios de gran impacto social, político y mediático en lo que se refiere a los temas de interés colectivo; a un año de aquel lamentable ecocidio pongo como principal ejemplo el caso Malecón Cancún, hoy Tajamar.
Malecón Tajamar, es un proyecto turístico comercial inmobiliario de casi 70 hectáreas, que comprende 5.4 hectáreas de equipamiento y área verde con una vista privilegiada a la laguna Nichupté, espacio público que en el 2008 se intentó vender por primera vez, pero fue defendido principalmente por la comunidad y legalmente se revirtió esa venta por la vía contenciosa administrativa. El año pasado, la denuncia ciudadana y la defensa legal también fueron claves para dar a conocer a nivel nacional e internacional la funesta devastación de sus manglares; participaron abogados, mujeres, niños, asociaciones, escuelas, en fin notamos a un Cancún genuinamente preocupado y ocupado por los asuntos públicos.
En esta ciudad joven, con diversidad étnica y pluralidad democrática es difícil cohesionar el tejido social para integrar a los ciudadanos y que participen, pero hoy son varios los temas que están generando inconformidad y por ende la intervención ciudadana en presentación de denuncias y amparos, marchas y manifestaciones, expresiones y señalamientos en redes sociales, entre otros.
En otro asunto para recordar, la Asociación Civil Vecinos de la S.M. 504, se conformó luego de que el Ayuntamiento 2005-2008 realizara la enajenación de un terreno para cubrir una deuda con un acreedor, siendo que ese predio es área de equipamiento destinada a ser parque público de esa zona; por medio del juicio de nulidad los vecinos ganaron la batalla legal a la comuna.
Y así han surgido otros temas como las denuncias por los cambios de uso de suelo, señalamientos en redes por espectaculares que invaden áreas públicas, camellones apropiados por particulares y más recientemente la defensa de la ciclopista del Boulevard Kukulkan en la zona hotelera, asuntos en donde hay ineficiencia y corrupción de las autoridades quienes por acciones u omisiones siguen perdiendo la confianza en una sociedad que es cada vez más exigente y vigilante en la constante búsqueda del bien común.
