Apenas el pasado jueves Cancún cumplió 47 años de fundación, un cumpleaños al que le faltaron fanfarrias, pastel y ambiente, no era para menos, como se dice coloquialmente, “el horno no está para bollos”, la situación por la que atraviesa la mayoría de la población que habita el polo turístico más importante del país no tuvo el ánimo de festejar, como tampoco lo tuvo la propia naturaleza que sabía como tal, soltó una inesperada tormenta, como sí nuestro Cancún estuviera llorando horas y horas, dejando caer sus lágrimas de dolor, angustia y sufrimiento por todo lo que sucede en su demarcación, llanto que provocó inundaciones en prácticamente todas las arterias importantes de la ciudad.
Ese Cancún de “10” que nos han querido vender las actuales autoridades encabezadas por el alcalde Remberto Estrada Barba, ese mismo que autorizó un video denominado “Cancuncito” que sólo provoco el hazme reír a nivel nacional y exhibió la pobreza intelectual y creativa que existe dentro del palacio municipal de Benito Juárez (Cancún), cumplió 47 años, una joven ciudad que sufre los achaques como si fuera de la tercera edad, una destino que desde su origen se le fue perdiendo el respeto por parte de las autoridades y los engolosinados empresarios que acabaron con flora y fauna para edificar sus emporios sin importar la degradación que se generaba.
Hoy aunque el Inegi da cifras de alrededor de 800 mil habitantes en el municipio de Benito Juárez, los que vivimos aquí sabemos que somos ya más de 1 millón de personas y contando, el tráfico vehicular se ha incrementado de manera exponencial, tanto, que ya se le compara con una Ciudad de México en pequeño, la delincuencia no se queda atrás, su alta incidencia ha provocado que ya se escuchen los términos como “acapulquizando” o que pertenecemos a “Quintanarco Roo”, y es que el crimen organizado se ha desatado en lo que va del 2017, la captura al parecer ahora sí definitiva de Joaquín “El Chapo” Guzmán ha originado una revuelta entre las bandas, desde cierre de negocios hasta aparición de mantas con sendas amenazas entre los cárteles que se disputan la plaza.
Lo cierto es que con la ejecución del pasado viernes por la noche dentro de un céntrico bar de Cancún, suman ya 40 ejecuciones en lo que va del año, lo que ha puesto en alerta roja a este bello pero descuidado destino turístico.
En la sesión solemne celebrada en el ayuntamiento benitojuarense precisamente en el marco de los 47 años de Cancún, el gobernador Carlos Joaquín González dijo: “No descuidemos nuestro paraíso, no abandonemos nuestra fuente de ingresos y el de nuestras familias”, un mensaje claro sino para la población en general, sí para el edil Remberto Estrada que desde que llegó a la silla grande de esta municipalidad está más preocupado por buscar frases de marketing, videos que muestren la zona hotelera y no la zona atolera de Cancún, o peor aún, estar más ocupado y preocupado de que se evite una auditoría a la administración pasada que en atender las denuncias ciudadanas, en fin, parece que al alcalde le está quedando muy grande el cargo que le confirió la población cancunense, el Cancún de “10” es pero de 40, sí, cuarenta ejecuciones, 40 mil litros de llanto que cayeron desde el cielo e inundaron la ciudad en pleno cumpleaños, cuarenta colaboradores que de todos parece que no se hace uno, 40 ridículos boletines que sólo buscan maquillar la corrupción, el olvido y la poca importancia que se le está brindando a nuestro polo turístico, total, el próximo año hay elecciones y para ese entonces volverán a la carga con despensas, mochilas, tarjetas y efectivo para hipnotizar durante la campaña a los potenciales votantes, esos que sufren de amnesia cada época electoral.
