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24 abril, 2024

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El bien particular sobre el bien común

Resulta lamentable que una administración municipal que se precia de ser diferente, comience a mostrar su lado oscuro en los hechos y pretendan que nos engañan, que les creemos, en fin, que los ciudadanos somos obtusos, por decir lo menos.

El cambio de uso de suelo que la administración de Playa del Carmen autorizó para entregar a un empresario un predio de 300 hectáreas que estaba destinado al equipamiento urbano como hospitales, escuelas, parques públicos recreativos o cualquier otra instalación en beneficio de los ciudadanos, ahora prevé la construcción de más y más viviendas.

La aprobación del cambio de uso de suelo lo hizo el Cabildo a través de un voto unánime, esto quiere decir, que ninguno de nuestros regidores pensó en lo que representa cancelar la posibilidad de construir obras de beneficio social, -y con beneficio social evidentemente que no me refiero a las casas, en los hechos hay más oferta que demanda-. La pregunta es, ¿qué les motivó a obviar el beneficio social común que generan las obras de equipamiento? Yo quiero pensar que no fue “el diezmo”, “el apoyo”, “el cochupo”; prefiero pensar que ese día de marzo estaban distraídos o tenían cosas más importantes que hacer antes que estar en sesión y por ello su mente estaba ocupada en otra cosa.

Pero lo grave es que, aun así, alguien tuvo que recibir la propuesta y considerar un beneficio por la entrega de ese espacio, alguien, de origen, sabía que cancelar obra social para cambiar el uso de suelo a habitacional, cancelaría un beneficio común y privilegiaría uno particular. Quiero pensar que ese o esa responsable, sólo consideró el beneficio particular de Alberto Ponce García y no el de alguien más en el Cabildo de Solidaridad, porque entonces estaríamos hablando de corrupción, de tráfico de influencias.

En una anterior colaboración, hicimos un recuento en el que destaca que en la colonia Ejidal existen: 194 establecimientos que venden bebidas alcohólicas y 8 centros nocturnos, en contra parte, en esa misma colonia hay 3 hospitales y 9 parques o centros recreativos. Sólo tres hospitales, todos privados…

Es evidente que la administración pública municipal prefiere hacer negocio, aunque sea en el descaro, antes que invertir en equipamiento urbano, que prefiere seguir autorizando giros negros antes que construir parque u hospitales, que valora más los arreglos “ganar-ganar” entre pocos involucrados, antes que atender la urgente necesidad de darles a nuestros niños lugares para jugar.

Todo parece indicar que el institucionalizado “Año de Hidalgo”, se adelantó, así que ya se pierde el “decoro”, y el discurso del cambio, la dignidad.

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