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29 marzo, 2024

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El trabajo de la prevención, más allá de los elementos y los armamentos 

Hemos seguido con mucho detenimiento las estrategias que se están implementando ya en el estado para la prevención y combate a la delincuencia; el reforzamiento en el número de efectivos para las corporaciones policíacas de los niveles estatal y municipal, la presencia por el tiempo que sea necesario de las corporaciones policíacas federales, el Ejército y la Marina los exámenes de control y confianza para policías y custodios de las cárceles, son un paliativo mas no la solución.
Pero, ¿qué hay del diseño de la sociedad que requerimos para ser fuertes en todos los temas y en especial en la prevención de la violencia en Quintana Roo? Si somos observadores, hay una fuerte tendencia a los asuntos mediáticos, a la inmediatez de las cosas, pero aquí destaca lo que hagamos también como sociedad, invirtiendo a mediano y largo plazo en mejorar las condiciones en las que conviven nuestros jóvenes que son quienes administrarán en el futuro los destinos de Quintana Roo.
Es muy triste saber que en el estado se consume más marihuana y crack que en ninguno otro, que estamos por encima de la media nacional y que son nuestros niños y jóvenes quienes padecen de ese terrible cáncer, el consumo de drogas.
Y esto destaca al requerir acciones encaminadas a la prevención, pero desde todas las aristas y niveles de gobierno; interesa a las familias tanto como a las corporaciones; no es justo que cientos de jóvenes estén muriendo cada año a consecuencia de haberse sumado a las filas de la delincuencia porque en casa sólo encontraron rechazo; que miles de ellos mueran también víctimas de sobredosis o de daños a la salud asociados al consumo de drogas.
No es justo que como sociedad registremos la cruel disminución de la edad para el inicio en las adicciones que hoy es de 10 años de edad. Una edad en la que, las anteriores generaciones jugaban aún al trompo o las canicas; niños que exploraban con libertad sus calles y sus playas, que iban a la escuela y aprendían algo.
Me alegró sin embargo escuchar al gobernador del estado hablando de este mismo tema, describir cómo, el rescate de los espacios públicos debe tener un seguimiento por parte del ciudadano para hacer de ese, un lugar para la práctica del deporte, para la sana convivencia social.
Tenemos que ir al origen de todos estos problemas y preguntarnos, ¿cómo está mi familia, a qué se dedican mis hijos? Es tiempo de acudir con el vecino y presentarnos, conocerlo, saber que cuenta con nosotros, que somos ciudadanos. Por parte de la autoridad, deben sin pretexto emplearse a fondo no hay mañana, también deben surgir las preguntas torales: ¿qué tipo de educación ofrecemos a niños y jóvenes, qué imagen institucional y de seguridad brindamos, qué actos de corrupción marcar como hierro candente?
Es tiempo de voltear al núcleo, al quid de la sociedad: la familia.

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