He aquí navegando en los destapes político-electorales que mueven los tentáculos marinos, verbigracia el diputado perredista Emiliano Ramos, quien intentó disfrazar el evento proselitista con su primer informe de actividades como legislador. Nada tuviera de extraordinario, si no fuera porque al congregar a propios y extraños, ipso facto salió a flote el acartonamiento y la falta de sensibilidad política del responsable de la política interna del gobierno del cambio.
El discurso del secretario de Gobierno, Francisco López Mena, no estuvo en tiempo y forma al temporal político que azota Quintana Roo, por el contrario, fue una intervención “setentera” (del siglo XX) con un estilo “cantinflesco” que no tuvo desperdicio. El trasnochado aspirante a la Senaduría, y también promotor de una candidatura para su hijo “Frank” López a la presidencia municipal de Benito Juárez (Cancún) o lo que resulte (diputación federal), estuvo más preocupado en checar junto a quién lo iban a ubicar.
A parte de los tradicionales acarreados al estilo priista a la jornada política, cobijado por una decena de legisladores, Emiliano Ramos mostró el músculo político y coloreó pluralidad entre representantes de organizaciones, partidos políticos, funcionarios de los tres ámbitos de gobierno, y empresarios de diverso giro. De los personajes más taquilleros, estuvieron: Gregorio Sánchez, Eduardo Martínez Arcila, Jorge Aguilar Osorio, y Miguel Ramón Martín Azueta.
De todo hubo en la viña del señor, hasta el agente libre Eduardo Ovando se dejó ver, quien ya no sabe a quién encomendar su alma política. Y en esta demostración de fuerza del presidente de la Comisión de Hacienda y Cuenta del Congreso del Estado, en la que destacó logros como el desmantelamiento del paquete de impunidad del ex gobernador preso en Panamá y en proceso de extradición Roberto Borge, la eliminación de la figura del fuero constitucional, y la creación de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas; el secretario de Gobierno entró en pánico escénico e ipso facto sólo dejó felicitaciones y saludos de parte del gobernador para la figura central del evento y los asistentes, Francisco López Mena lució chiquito para la naturaleza de su encargo y para sus aspiraciones.
Emiliano Ramos navegó entre su informe y el destape anunciado. Con la significativa ausencia perredista del Secretario de Desarrollo Social, Julián Ricalde, el primer actor amarrillo fue apuntalado por el panista diputado presidente de la Gran Comisión, Eduardo Martínez Arcila: “es un amigo y aliado, un representante digno y capaz. Hace un año conformamos la Coalición por Quintana Roo y a un año se están dando resultados que ustedes plantearon, sobre todo, se ha dado un giro de 180 grados a la manera de ejercer el servicio público porque hoy ustedes y nosotros somos exactamente lo mismo: ciudadanos que desde la tribuna trabajamos para que en Quintana Roo haya mejores oportunidades”.
Con proyección a Presidente Municipal, Emiliano Ramos al referirse a la inseguridad que se vive en Cancún, convocó a los ciudadanos a “formar enlaces legislativos con los habitantes de cada colonia para trabajar en conjunto y recuperar la tranquilidad que le ha sido arrebata a la ciudad”. Destapado está.
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