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29 marzo, 2024

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La falta de credibilidad que no se remedia ni con las aprehensiones

*Esperamos que las capturas de Yarrington y Duarte no resulten en liberaciones concluidas las elecciones

Ni con las capturas de Tomás Yarrington y de Javier Duarte se le puede devolver la credibilidad a la actual administración federal. Lejos de ello, en la ciudadanía existe el “sospechosismo” fundado de que dichos procesos no son otra cosa que eventos mediáticos tendientes a mejorar la imagen del primo del presidente Enrique Peña Nieto, Alfredo del Mazo Maza candidato a gobernador del estado de México cuya popularidad no es otra cosa que la “crónica de una muerte anunciada”, para los candidatos del PRI, no sólo en esa elección en particular, sino en el proceso presidencial del 2018.
Lo que notamos los ciudadanos, es que esos son esfuerzos desesperados por frenar el crecimiento sostenido que tiene la imagen de Andrés Manuel López Obrador con base en su carisma y propuestas para un gobierno alternativo al que padecemos los mexicanos y que nos tiene sumidos en la violencia y en un relación de la sociedad con la administración basada en la corrupción y tráfico de influencias.
Lo que tenemos los mexicanos ante nuestros ojos, es una historia que encierra a las dos administraciones panistas y la presente encabezada por Peña Nieto y que destaca por lo sangriento ante un escenario ‘in crescendo’ donde impera la violencia y la corrupción.
Es cuestionable el escenario en el que se han logrado esas dos aprehensiones, pues ambas las logran autoridades extranjeras y, en el caso de Yarrington, trasciende el trabajo de inteligencia norteamericano, toda vez que el ex gobernador, es requerido en el vecino país del norte a donde será extraditado.
Y por otro lado, respecto de la aprehensión del sanguinario ex gobernador de Veracruz, trasciende que los agentes dejaron en libertad a su esposa quien también ha sido señalada en actos ilícitos y la sonriente cara de Javier Duarte luego de su aprehensión. Yo me pregunto: ¿es una sonrisa de loco, o una burla hacia los ciudadanos porque sabe de una eventual farsa con su detención?
El país no está para simulaciones; éstas han sido la marca registrada del viejo priísmo y la forma de ‘cobrar facturas’ o montar circos; desde la aprehensión de “La Quina González”, la maestra Elba Esther, la huelga de hambre de Carlos Salinas, la aprehensión de su hermano, todas, escenificaciones que pretenden distraer, lavar culpas, pero que, en todos los casos, son una burla y falta de respeto a los ciudadanos.
Como lo han dicho en redes sociales: “priistas aplaudiendo a priistas que detuvieron a un priista que desvió dinero público para campañas de priistas”… No pues sí…

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