Si hay un político en Quintana Roo que ha fracasado rotundamente ese es Gabriel Mendicuti Loría.
Estratega de la derrota histórica del PRI, protagonista del saqueo a Quintana Roo y chapulín político sin ideología ni partido, hoy trata de llamar la atención mediante comunicados que pasan de noche.
Mendicuti Loría supo lo que es la gloria política cuando fue presidente municipal de Solidaridad, allí con el erario municipal como caja chica, se dio la gran vida y amasó una enorme fortuna.
Terminando su mandato se incrustó en la nómina estatal y comenzó su carrera como estratega electoral. Se hizo cargo de la campaña de Roberto Borge a la gubernatura, quien lo recompensó con la Secretaría de Gobierno.
Era prácticamente un vicegobernador, hacía y deshacía a su antojo incluso fue candidateable a la gubernatura, aunque nunca tuvo posibilidades reales de ganar.
Al ver hundirse el barco priista, Mendicuti fue de los primeros que amenazó con renunciar al tricolor, pero no encontró eco porque carece de un grupo político que lo avale. Su salida pasaría totalmente desapercibida, así que optó por quedarse.
Desde la clandestinidad temeroso de que las denuncias contra el ex gobernador Borge lo alcancen, ha iniciado sus acercamientos con Morena para tratar de conseguir una candidatura. Todo parece indicar que no ha tenido éxito.
En otra estrategia un poco más mediática ha tratado de colgarse de temas de relevancia como las recientes declaraciones de la secretaria de Educación o las críticas al presidente de su partido, quien ni lo ve ni lo oye.
Así, un gris Mendicuti trata, intenta dentro de sus posibilidades de resurgir políticamente, pero todo parece indicar que no le alcanzará.
El tristemente célebre Gabriel Mendicuti perdió elección de Enrique Peña Nieto, fracasó en elección de Mauricio Góngora, fue parte central de los dos peores gobiernos en Quintana Roo, el de Félix González y Roberto Borge, protagonista y constructor principal de la debacle del PRI y de sus escandalosos excesos.
No conforme con eso fue secretario de Gobierno de Roberto Borge, el mayor represor de la historia de Quintana Roo, uno de los mayores responsables del actual desprestigio de PRI y de sus gobiernos, hoy pretende alzar la mano para erigirse en salvador de un partido sumido en el desprestigio y rechazo popular, todo esto gracias en gran medida, a su trabajo político en los años que disfrutó de las mieles del poder.
Resulta un enorme cinismo señalar culpas y responsabilidades cuando se carece de toda autoridad moral, el PRI se desmorona por sus necedades, Mendicuti es una más de esas necedades, una figura que representa todo lo que la gente decidió tirar al basurero de la historia.
