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4 mayo, 2024

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Responsabilidad Social

La responsabilidad social obliga al ser humano a pensarse dentro de una sociedad, incluyéndose en ella con voluntad ética y genuino interés por hacer las cosas bien, es pensarse dentro de un sistema en constante movimiento donde todo lo que sucede es relativo, produciendo así la conciencia necesaria para cuidar los impactos derivados de los actos que se realizan. La actitud de servicio y cooperación garantiza que los seres humanos se organicen para lograr que las acciones, obras y/o proyectos para su comunidad estén enfocados hacia el bien común pensando siempre en la gente, al ambiente y el futuro.
Cada persona debe involucrarse en los temas de mejora o desarrollo de su comunidad contribuyendo, escuchando, aportando, usando la democracia y participando, construyendo así el tejido social adecuado para el desarrollo humano, social, ambiental y económico generando beneficios para la sociedad.
Durante el ejercicio de responsabilidad social existen acciones que pueden ser negativas o positivas. Se considera una acción negativa cuando ésta, por responsabilidad social, no debe realizarse (abstención), por ejemplo, “no tirar basura” y será una acción positiva (proactiva) cuando, por ejemplo, la acción de responsabilidad social sea “reciclar la basura”.
Tener responsabilidad social es cumplir con el compromiso, la obligación y el deber de contribuir para tener una sociedad justa y un ambiente saludable, por esto se considerada como uno de los pilares de la formación cívica. La responsabilidad social puede ser llevada a través de la acción de un individuo o en conjunto con el objetivo de crear y llevar a cabo estrategias y hábitos que permitan disminuir o eliminar el impacto negativo de las acciones hacia la sociedad y el medio ambiente garantizando una convivencia óptima.
Hoy la responsabilidad social es considerada como un concepto normativo, pero no obligatorio, sin embargo, es apreciada como la conciencia ética que provoca en cada persona la actitud para cuidar que la relación de la sociedad con la economía sea equitativa, la de la economía con lo ambiental sea viable y lo ambiental con lo social sea vivible cubriendo las necesidades presentes sin comprometer los recursos que servirán a las generaciones futuras para cubrir sus necesidades (desarrollo sostenible) garantizando un futuro libre, limpio y digno.

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